Desde la primera vez que Laura y Nacho me explicaron cómo estaban preparando su boda, supe que iba a ser una gran boda. Y así lo fue.
No es la primera boda de fin de semana que hago, el año pasado ya estuve en la boda de María y Marcos así como en la boda de Sara y Alvarito. He comprobado que son bodas especiales, los novios pueden disfrutar mucho más tiempo con los invitad@s y al final creo que eso es lo importante.
A parte de ser una boda de dos días, hubo otros factores que hicieron que posiblemente sea un fin de semana difícil de olvidar para todos los invitad@s.
Laura es una persona que rebosa energía y durante todo el fin de semana la contagió a todo el mundo. Nacho es algo más tranquilo pero siempre lo verás con una sonrisa en la boca, y que decir de los padres de los novios, que eran siempre los primeros en ponerse a bailar.
Los lugares de celebración también estaban a la altura de la boda. El viernes por la tarde-noche se celebró un cóctel en el precioso pueblo de Alquezar. De fondo se encontraba la Colegiata, lugar donde se celebraría al día siguiente la ceremonia. No merece la pena que los describa, mis palabras no estarían a la altura.
Para finalizar el día nos llevaron a Bodegas Lalanne (Barbastro), el lugar perfecto para seguir con la fiesta hasta altas horas de la madrugada.
De la boda de Laura y Nacho me llevo un motón de momentos con grandes personas y varios montones de fotos que con tanto que fotografiar tuve el dedo un poco flojo 🙂
Os deseo lo mejor y nos vemos pronto que si no tengo mucho trabajo, este año vuelvo a la ronda de Alquezar 🙂
Vestido novia: Heredado de su madre
Ramo: Floristería Azahar
Catering viernes: Frutería del Vero
Catering sábado: Mas Farré
Bodega: Lalanne
Grupo viernes: 4BoB
Charanga: La Joven Mafia
Buen trabajo Chabi.
Gracias Diego!
Que no me canso de ver estas fotos… eres un artista!!
Yo tampoco y son ya muchos horas delante de ellas 🙂